Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría.

Salmos 90:12 

Creo que hay algo que todos lamentaremos en los últimos momentos de nuestra vida. Y esto será el no haber aprovechado aquellos momentos únicos y el haber mal gastado tanto tiempo.

Habemos muchos que hemos perdido un número incontable de días o hasta años porque no supimos aprovechar bien el momento que estábamos viviendo.

La verdad es que no puedo contar el número de padres que constantemente, con tristeza en sus ojos, me recomiendan que aproveche cada día con mis hijos.

Vive en el presente, porque de otra forma no tendrás un mañana. A sido el consejo de parejas divorciadas.

Pero, no solamente en la familia o en el matrimonio también lo he escuchado de empresarios que lamentan haber desperdiciado su tiempo en la academia, ese fue un tiempo tan valioso, que lamentablemente se mal aprovecho.

Éste es un problema común en todas las culturas y a través del mundo entero. El salmista acude a Dios, porque él no desea ser una víctima más del mal uso del presente. Y el le pide sabiduría a Dios, para vivir cada día. Una oración que nosotros haríamos bien en imitar.

Hoy nosotros corremos un verdadero peligro de desperdiciar el presente, con la excusa del COVID-19. Nosotros podemos cruzarnos de brazos y desperdiciar la oportunidad que esta escondida en medio de esta tormenta.

Y quizás usted me dirá, ¿pero Pastor que bien puede salir de este tiempo caótico? de aquí no puede salir nada bueno.

Pero yo deseo recordarle que es de los escombros que Dios crea las cosas más hermosas y asombrosas.

Recuerde, en el principio creó Dios los cielos y la tierra, y la tierra estaba vacía y desordenada. Dios tiene el poder de hacer cosas impresionantes con absolutamente nada.

Yo le garantizo, que aun en medio de este caos, nuestro Dios está creando algo hermoso y maravilloso.  

Aunque nuestros ojos no lo puedan ver en el presente, tengamos la fe para creer que, aun en medio de esto veremos la gloria de Dios manifestada en medio de nosotros. 

Pero se requiere de nuestra participación. Tenemos que tener la fe para creer. Jesús le dijo a las hermanas de Lázaro, ¿no te eh dicho que si crees, veras la gloria de Dios?

Hoy, les invito a creer. Seamos parte de lo que Dios quiere hacer.

¿Cómo puedo mejorar mi vida, mi relación con Dios, y mi relación con los demás?

MI VIDA

Yo tengo que buscarle el lado positivo a lo que estoy viviendo. Tengo que aprender que aún de mi peor momento Dios puede sacar algo hermoso.

MI RELACIÓN CON DIOS

Debo de acudir a Dios pidiéndole que me ayude a ver las cosas a la forma en las que él las ve. Pedirle a Dios que me ayude a confiar en su propósito y voluntad para mi vida.

MI RELACIÓN CON LOS DEMAS

Debo de hacer mi parte en motivar a los demás a recordar, que todos los días son un regalo departe de Dios y que no deben de ser desperdiciados. Debemos de sacarle el lado bueno a todos los días que Dios nos ha regalado.