Cada semilla que siembras es una declaración de fe. Es decirle a Dios: “Creo en lo que estás haciendo y quiero ser parte.”
Si este ministerio ha bendecido tu vida, considera sembrar una semilla de fe. No es solo una ofrenda, es una forma de honrar a Dios y decir: “Aquí estoy, listo para más.”
Gracias por creer con nosotros y por ser parte de lo que Dios está haciendo.


