Acepta que Dios es bueno

Para poder reconocer que Dios es bueno tenemos que aprender a ver más a allá del momento.

Porque en el momento el NO de Dios parece ser de mal gusto, sin saber que en unos meses ese NO nos abrirá las puertas para algo mayor.

Ya que para nosotros es casi imposible ver más allá del momento, debemos aprender a CONFIAR en el buen juicio de Dios.

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Invierte el guion

Es triste cuanto tiempo perdemos cuando nos vemos como las víctimas de nuestra historia. Nos vemos a nosotros mismos como aves con las alas dañadas. Convencidos de que el daño es demasiado severo y jamas volveremos a volar. Y cada vez que se nos da la oportunidad de volar, en nuestras mentes repetimos el guion que hemos memorizado. Mis alas han sido dañadas y jamas volveré a volar.

En la escritura encontramos la historia de Jacob. Desde antes de nacer este hombre demostró una ambición increíble por ganar. Cuando nació Jacob venía venia agarrado del calcañal de su hermano Esau. Jacob siempre lucho por ser más, por alcanzar más.

En toda su vida el hizo todo lo necesario por ganar, sin importarle hacer trampa. Finalmente le termina robando a su hermano y provocando un problema que provoco una reacción violenta departe de su hermano y Jacob tuvo que huir.

La historia de Jacob era una de engaño y de ambición. Pero él llega a un punto en su vida en la que su pasado lo alcanza. Él estaba seguro que de aquí no pasaba. Este era su final. Pero en esa situación él tiene un encuentro con Dios. Y Dios le cambia su nombre de Jacob a Israel. No solo fue un cambio de nombre, fue un cambio de identidad y de destino. Dios invirtió el guión de Jacob. El guion original decía que el era un usurpador, pero ahora decía que el había luchado y había prevalecido. Jacob confronta su situación y su hermano le perdona la vida.  De ahí Jacob, que ahora se le había cambiado el nombre a Israel, se convierte en el padre de una gran nación.  A pesar de todo lo que le sucedido, Jacob aprendió a prevalecer y así cumplir con el plan de Dios para su vida. 

Es importante que entiendas que la forma en la que tú hablas acerca de tu experiencia causa mayor daño que la misma experiencia.

Por naturaleza nos gusta echarle más salsa a nuestros tacos, pero debemos tener cuidado de no quedar atrapados por nuestra interpretación de nuestra experiencia.

Liberate hoy de esa interpretación. Encuentrale propósito a tu proceso. 

Hace unos días mi esposa, Laura, me contaba acerca de cómo las águilas preparan su nido. Y es interesante que La base del nido esta compuesto de ramas y palitos con puntas. Y sobre de ellos él águila los cubre con plumas para proteger a los aguiluchos. Al tiempo designado el águila quita las plumas y las puntas empiezan a incomodar al aguilucho al punto de que sale del nido y empieza su jornada de aprendizaje.

Es cierto que él salir del nido fue doloroso pero fue necesario. Solo saliendo del nido pudo él aguilucho aprender a volar.

Invierte el guion, cambia la historia de tu experiencia y atrévete a volar una vez mas.

Lo veo, lo declaro

Yo hablo lo que he visto cerca del Padre. Esta declaración me recuerda que mis declaraciones son influenciadas por aquello a lo que me aproximó. 

Si yo estoy cerca del Padre mi plática, mis declaraciones serán positivas y llenas de fe. 

Lo contrario también será cierto. Mientras  más distancia entre Dios y yo más negativo y deprimente serán mis conversaciones y declaraciones. 

Nuestra fe está basada en la confianza de lo que hemos visto en la presencia de Dios. Mientras más tiempo pases ahí, más cosas milagrosas verán tus ojos. 


“Yo hablo lo que he visto cerca del Padre; y vosotros hacéis lo que habéis oído cerca de vuestro padre.”

— ‭‭S. Juan‬ ‭8‬:‭38‬‬

¡Pero tu!

Esta porción de la palabra fue escrita por el salmista David durante uno de los tiempos más difíciles de su vida.

El estaba huyendo de su propio hijo Absalon, quien le quería robar el reinado, y con el reinado la vida.

Que momento más doloroso para este hombre. Pero en medio de su confusión, dolor y angustia el confiesa completamente lo opuesto de lo que el está viviendo. Dios tu eres mi escudo, mi gloria y el que levanta mi cabeza.

Imagínate su vida estaba en peligro, el declara seguridad en Dios.

Que vergüenza la que su hijo trajo sobre de el. Pero Dios es mi gloria en medio de mi vergüenza.

Todo esto trajo desánimo y desaliento. Pero tu eres quien levanta mi cabeza.

¡Wow! No declares lo que vez, ni lo que sientes. Declara las promesas de Dios sobre de tu vida.

“Pero tú, oh SEÑOR, eres escudo alrededor de mí; eres mi gloria y el que levanta mi cabeza.”
— ‭‭Salmos‬ ‭3‬:‭3‬‬

Dios es el dueño de todo

Imagínate por un momento lo que está porción de su palabra nos está declarando. La tierra y su plenitud, todo lo que en ella existe, es propiedad de Dios.

El es el dueño de todo lo que nosotros vemos y aún no hemos visto. Dios es el dueño de todo.

Si a Él le pertenece todo, entonces cuando tú y yo tenemos necesidad de algo debemos acudir primordialmente a Él.

Dejemos de perder nuestro tiempo buscando una respuesta terrenal, vayamos directamente al dueño.

“De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan.”
— ‭‭Salmos‬ ‭24‬:‭1‬‬